La masía de la serpiente

El diario de viaje

Cuando me desperté, hacía un frío de la hostia, así que subí el termostato de la calefacción para que la casa estuviera más confortable.

Verás.

Tenemos el termostato en el comedor, de modo que aprovechando el paseo que me había dado desde la habitación, salí al balcón un momento en un acto de masoquismo para sentir el aire frío y respirar un poco de contaminación de ciudad..

¡Que gran error cometí!

O no.

Mira.

Cuando abrí la puerta corredera que da al balcón, el frío me dio una leche de narices, pero seguí adelante … ahí, valiente, caminando hacia el exterior.

Pero que narices haces, pensé.

Seguí adelante.

¿Y sabes qué? Algo sucedió.

No me congelé.Bueno, un poco sí, sin embargo, los rayos de sol que aparecían desde el horizonte me acariciaron la cara y me dieron una sensación de bienestar maravillosa.

Joder.

Moló tanto, que me dió un subidón descomunal. No podía quedarme en casa con la calefacción y la manta viendo series todo el día.

No.

Tenía que disfrutar del sol.

Tenía que pasear con el campo.

Tenía que ver cosas bonitas.

¡Tenía que explorar!

Y así fue.

Salimos de exploración y … ¡¡BOOM!!

Encontramos una fantástica masía abandonada con unos adornos preciosos y unas estancias que olían a nostalgia y decadencia.

Lo grabamos, en exclusiva, para tí.

Está aquí, míralo y dime … ¿qué crees que significa la decoración de la puerta de la serpiente?

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