Encontramos colmillos de elefante en una perfumería abandonada

Perfumería abandonada en Francia

Visitamos uno de los lugares abandonados más peculiares que hemos visto, una maravillosa perfumería que parece un taller de un alquimista, lleno de objetos antiguos, esencias naturales, botes de perfume y una extensa colección de aromas.

¿Qué es un perfume?

Según la Real Academia de la Lengua Española, se trata de una “sustancia, generalmente líquida, que se utiliza para dar buen olor”.

Sin duda, es una definición formal que sirve para que podamos tener la misma interpretación de esta palabra, sin embargo, a nosotros nos gusta verlo de una forma más profunda.

Un perfume son sensaciones contenidas dentro de un recipiente de cristal, son oro líquido que hace que se despierten nuestras emociones cuando llega al sentido del olfato.

Nuestro cerebro es capaz de experimentar todo tipo de emociones y transportarnos a otros lugares, otras épocas, otros momentos, con el simple hecho de identificar una fragancia.

Cuando unas notas sutiles de olores cítricos, florales, cueros, orientales o cualquier otro tipo de aroma, entra en nuestro sistema olfativo, rápidamente nuestra mente, hace curiosas asociaciones: un aroma que nos transporta a la infancia, nos recuerda unas vacaciones, una cita, una fiesta, un lo que sea, cada persona tenemos nuestro propio viaje.

Pero … ¿sabes cómo se hace el Perfume?

Caroline, quién tantos años estuvo en este lugar alegrando los momentos más importantes de tantas personas de su entorno con su alquimia casi mística, te lo va a explicar.

La creación de fragancias ha cambiado mucho desde que el antiguo mundo árabe logró revolucionar los métodos de obtención de aromas esenciales y creación de perfumes respecto a otras sociedades como la griega o romana.

Idearon métodos para obtener aromas esenciales, algunos de los cuales se siguen utilizando actualmente, para extraer la esencia aromática de hojas, flores y grasas animales entre otros. Estos métodos eran alquimia pura, donde se destilaba, se realizaba extracción en frío, extracción mediante disolventes y maceración, estando esta última técnica en desuso.

Actualmente, hay aromas esenciales que se sintetizan de forma artificial, sin embargo, algunos perfumes continúan teniendo aromas extraídos de forma tradicional, lo que hace que el producto se encarezca mucho.

Mientras yo tuve la perfumería, entre 1940 y 1990, los procesos eran muy manuales, así que contaba con todo tipo de aromas esenciales que yo misma mezclaba para obtener fragancias únicas.

Estos aromas esenciales se diluían con algún disolvente, normalmente alcohol e introducía un fijador que no era otra cosa que un bálsamo cuyo origen está en los intestinos de cachalotes o en las secreciones glandulares de algunos animales. Según el bálsamo y su cantidad, el perfume tenía más o menos adherencia a la piel y por lo tanto, mayor o menor duración.

Luego los dejaba macerar durante no menos de 20 días para que se evaporase el alcohol y lo ponía al frigorífico 24 horas antes de la venta para que tuvieran la máxima concentración de olor.

De esta forma, podía hacer perfumes únicos, especiales, diferentes, para que cada clienta pudiera expresar su propia personalidad a través de un aroma personalizado.

Es un trabajo que me hacía muy feliz.

Hemos sintetizado mucho cómo se hacían los perfumes, ya ves que es todo un arte que daría para un vídeo muy extenso, aunque creo que para que te puedas hacer una idea, es más que interesante.

Quizá sepas lo que te voy a contar, si no es el caso, la próxima vez que vayas a una perfumería, tenlo en cuenta.

¿Sabes qué diferencia hay entre colonia, agua de perfume y perfume?

La principal diferencia y más obvia, es el precio, pero tiene su razón de ser.

Cada uno de estos tipos de fragancia tiene una concentración distinta de aroma esencial y su composición varía también en cuanto a la concentración de bálsamo para su adherencia, lo que influye en la potencia del olor y la duración en la piel.

Mientras la colonia puede tener una concentración aproximada del 2 al 5% de aromas esenciales, el agua de perfume oscila entre el 12 y 20% y el perfume entre el 21 y 25%.

Si coges un bote de cada tipo y te pones a oler, seguro que apreciarás la diferencia.

Hasta aquí, nuestro viaje por la perfumería de Caroline, una perfumista que de bien seguro, amenizó tantas aventuras de sus clientas, quién sabe, incluso algún perfume pudo ser el responsable de una apasionante historia de amor, ¿no te parece bonito?

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