Viajamos 40 años atrás en el tiempo a una casa abandonada intacta. Nos dirigimos a la época de Indiana Jones y el arca perdía, Regreso al futuro, El Resplandor o el Retorno del Jedi.
Sí, los 80.
Era la época de los VHS y las cintas de cassette que se rebobinaban con un boli, época en la que en los “loros” y discos sonaban fuerte temazos de Madonna, Pet Shop Boys, George Michael o Tina Turner.
Mientras los adultos hablaban de la democracia y la libertad post-franquista en España, los más jóvenes nos divertíamos por las calles como si no hubiera un mañana en un mundo lleno de matices que estaba por descubrir.
En España, lugar donde se encuentra esta casa, los 80 fueron una década de gran intensidad política y social sobrevenida por la transición de la dictadura que nos acompañó durante 40 años a la democracia de la que todavía disfrutamos. No en vano, se denominó a esta década, la década prodigiosa.
Los años en los que éramos felices y no lo sabíamos, parafraseábamos el famosísimo “don’t worry be happy” de Bobby McFerrin que representaba nuestra forma de vida hasta un punto que ni siquiera sabíamos.
Mientras algunos estudiábamos EGB y trabajábamos, o ambas cosas a la vez, las calles se iban llenando de tribus urbanas: Rockers, Hippies, Punks, Rappers, Góticos, etc. Toda una seña de identidad.
Atrás queda aquella época que tanto nos marcó a los que la vivimos y que en cierto modo, recreamos al visitar esta casa.
Según deducimos, la familia que aquí vivía unificó dos modestas viviendas, de ahí las dos cocinas, dos baños y dos salones. Dos habitaciones se convirtieron, una en un vestidor que hemos visto anteriormente y la otra pasó a formar parte de un acogedor salón-comedor.
Queremos dedicar este vídeo a nuestros padres, sin los cuales, hoy no seríamos lo que somos, no seríamos nada.
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