Niños.
Esas bellas criaturas que son capaces de sacarnos la más grande de las sonrisas o hacernos echar humo por las orejas como una olla expres a toda castaña, o ambas cosas a la vez.
Un flipe.
No muchas cosas nos generan emociones tan instintivas, tan primarias, tan fuertes como los pequeños mocosos.
Obviamente, esto no es para todo el mundo igual.
Hay para quien la imagen de un bebé llorando y moqueando le provoca alergia y se le hinchan los ojos como si le hubiera picado una abeja.
También hay quién ve en los niños carnaza con la que comerciar. Vulgares camellos de guante blanco que en vez de pasar maria – juana en el parque, venden pequeños al mejor postor.
Verás.
Entre 1940 y 1990 hubo en España una red de tráfico de niños que los arrancaba de sus familias con diversas argucias, a cual más asquerosa, para que señoritos de cuna los adoptasen como propios por una buena suma de dinero.
El sistema articulado para el robo de bebés estaba muy bien orquestado y habían implicadas personalidades e instituciones de protección al menor, como orfanatos.
Tal cual, los que tenían que velar por los niños, los vendían a kilos como sacos de patatas.
¿Crees que exagero?
300.000 es la cifra estimada de niños robados en los 50 años de esta trama.
Mira.
Hace la hostia de meses, visitamos un orfanato abandonado.
Habíamos escuchado historias acerca de que era un sitio que quería ocultarse al mundo, lo que despertó nuestra curiosidad, o dicho de otro modo, nos entró una curiosidad morbosa brutal.
En cuanto tuvimos la ocasión de ir, no lo dudamos. Cogimos el coche y nos lazamos a la carretara. Nos esperaba un largo viaje.
Mereció la pena. Es un lugar precioso (arquitectónicamente hablando).
Molduras de madera exquisitamente talladas.
Pinturas decorando algunas paredes.
Habitaciones totalmente decadentes que conservan un bonito moviliario de la época.
Y el elemento más distintivo, unas vidrieras de colores que quitan el aliento.
Brutal.
Aunque lo que más nos llamó la atención, fue lo que NO encontramos.
Documentación.
Realmente, parece un lugar que se haya querido borrar de la historia, ya que ni tan siquiera el nombre que debería leerse en la entrada se puede distinguir.
Increíble.
¿Quién ha querido enterrar este lugar entre naturaleza, decadencia y escombros a la espera de que acabe totalmente derrumbado por el paso del tiempo?
¿Qué hechos acontecieron aquí tan vergonzosos como para borrar su historia?
¿Serán ciertos los rumores que hablan que se produjeron acontecimientos más que cuestionables con los niños?
Y por último.
¿Qué vas a hacer para saciar la curiosidad, si es que te ha entrado?
Te propongo dos cosas:
1 – Buscar en el todopoderoso Google
2 – Ver el vídeo de nuestra visita donde te explicamos nuestras pesquisas pulsando aquí.