Cómo era vivir en un castillo en la Edad Media

Te lo resumiré en una palabra por si quieres ahorrarte leer esta entrada, si eso, ya tú decides.

Jodid0.

Bueno.

Quizá me he pasado, esto sería si lo comparamos con hoy en día, en aquella época tenía sus luces y sus sombras, prepárate que te lo cuento todo (sin historias de fantásmas).

Vivir en un castillo medieval, luces y sombras

La Edad Media, es el periodo comprendido entre la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 hasta el Descubrimiento de América en 1492. Casi mil años de época oscura donde los reyes florecían como setas y se dedicaban a matarse entre ellos y darse de torras con todos sus vecinos mientras se iban quemando en la hoguera a supuestas brujas por motivos inverosímiles.

Durante esta longeva época, los castillos eran unas construcciones especialmente diseñadas para ser fortalezas, sin embargo, no era su única función, también era el hogar de los gobernantes y los habitantes que allí vivían, de hecho, algunas grandes construcciones eran pequeñas ciudades.

Habían castillos situados en zonas con cierta paz que podrían resultar paraísos dentro del contexto general de la época, pero como te tocase un lugar conflictivo … ya podías temblar. Sea como fuere, había ciertas complejidades comunes a todos los lugares.

Quién mandaba construir los castillos en la Edad Media

Hay una pregunta que parece muy obvia, donde su respuesta quizá sea más sorprendente de lo que parece, ¿quién mandaba la construcción de un castillo?

Lo que parece más evidente es pensar que los castillos los mandaba construir una reina o un rey, no obstante, esto no siempre era así.

Agárrate que ahora viene un fragmento cargado de supuesta honestidad y valentía.

La Edad Media era una época en la que los reyes iban al frente de sus tropas, o estaban detrás de ellas para dar instrucciones. En cualquier caso, ahí estaban, en el campo de batalla.

Durante las cruentas luchas entre adversarios, habían soldados o caballeros que destacaban sobre el resto por su valentía y astucia. Estos brillantes guerreros, podían ser compensados por el monarca de turno con tierras, un regalo muy preciado que podía ir acompañado de un título nobiliario.

El agraciado por destacar en el campo de batalla, podía seguir viviendo en su residencia, o trasladarse a una nueva construcción en su flamante terreno que bien podía ser un nuevo castillo si se obtenía el permiso real (de lo contrario … a aguantarse tocaba!).

En resumen, que podían existir una gran cantidad de castillos en manos de nobles o caballeros, más en cómputo global que el que pertenecían a monarcas.

Quién vivia en los castillos

Dentro de un castillo, habitaban muchos tipos de personas, los más relevantes:

• Señores que puede ser un rey / reina, o nobles (barones, duques, príncipes, etc. de cualquier tipo).
• Sacerdote, en aquella época uno de los exponentes de máximo poder, más en castillos con capilla donde existía la obligación de tener su propio cura.
• Damas, mujeres de la nobleza pero en menor escala al servicio de la reina, ejerciendo un rol de ayudante, compañera y confidente.
• Guardias, con una función más que evidente, la vigilancia y protección del castillo en toda su amplitud (muros exteriores, puertas, estancias, etc.).
• Carcelero, también conocido como el maestro de mazmorras y se encargaba de cuidar las mazmorras del castillo o las celdas de la prisión si es que existía alguna. Su función básica no pasaba de abrir y cerrar las puertas, la vigilancia estaba a cargo de los guardias.
• Cocineros, también había que llenar la barriga! Los castillos más grande, en especial si eran castillos reales, el número de cocineros podía ser elevado, existiendo uno o dos jefes de cocina para dirigir a los subordinados.
• Los sirvientes, que podían contarse por decenas si el castillo era importante, estando jerarquizados por diferentes rangos y destinados a realizar todo tipo de tareas tanto para los gobernantes como el mantenimiento.
• Limpiador de pozos negros (The Gong-Fermer). Sí, los nobles y el resto del personal del castillo también tenían sus necesidades y en aquellos momentos los sistemas de alcantarillado no eran tan avanzados como hoy en día. Alguien tenía que encargarse de limpiar las fosas más lúgubres por decirlo así y trasladar los restos fuera del castillo.
• El bufón (el tonto), que en realidad tenía que ser bastante ingenioso para sus narraciones en fiestas y banquetes explicando história entretenidas con un toque irónico y burlesco. En grandes banquetes también se contaba con bailarinas, acróbatas, etc.

Qué comían en los castillos en la Edad Media

La alimentación, igual que en la actualidad, tenía una relevancia notable en la vida cotidiana de los castillos, sin embargo, en aquellos tiempos, los supermercados 24h escaseaban un poco bastante.

Había grandes castillos con imponentes cortes, como la de Enrique VIII de Inglaterra que contaba con unas 1.000 personas, todas bocas a alimentas, lo que hacía de las cocinas centros neurálgicos llenas de cocineros trabajando a todo trapo.

La necesidad de alimentos frescos era imperiosa, y como no podía ser de otra forma, toda se obtenía y se hacía de forma artesanal, aquello sí que eran productos frescos y de proximidad.

La alimentación era fundamentalmente carnes, pescado, pan y lácteos, acompañados de cerveza o vino, muy extrañamente agua dado que esta se extraía de los pozos del castillo que estaban en las profundidades, allá mismo donde estaban las aguas negras (aguas fecales), ¿quién bebería agua extraída de un lugar donde hay excrementos?

Las vacas proporcionaban la leche para su consumo y se aprovechaba para hacer nata o mantequilla. Las gallinas proporcionaban los huevos frescos y la carne generalmente procedía de patos, gansos, pollos, terneras o cerdos.

El cultivo de trigo o cebada se trituraban en molinos de grano que estaban accionados por agua y de ahí se extraía harina que se guardaba en sacos para posteriormente almacenar en los sótanos oscuros y frescos del castillo.

¿Harías un viaje a la Edad Media si pudieras? ¿Quién serías en el castillo? ¡Cuéntame!