En esta visita, vamos a ver un antiguo palacio abandonado en el que tuvimos un susto terrible, pero eso ya lo verás más adelante, así que vamos a por su apasionante historia que no tiene desperdicio.
Comencemos por el principio.
Este impactante lugar vio la luz en la Francia del siglo XVII, un siglo marcado por las monarquías absolutistas, siglo que se inició con el mandato de nuestro conocido Enrique IV, y digo conocido, por que si sigues este canal habitualmente, ya habrás oido hablar de él en los vídeos del castillo medieval intacto y la mansión del luto.
En 1610, tras el fallecimiento de Enrique IV, pasaron a tomar el control del territorio los Borbones, concretamente Luis XIII y Luis XIV, antecesores de Luis XV y Luis XVI reyes con los que también estamos familiarizados en el canal y cuya interesante historia puedes conocer en el vídeo del palacio del té.
No fue un mal siglo para la consolidación de la monarquía absolutista, siendo su máximo exponente Luis XIV, el rey más longevo de Francia que estuvo en el poder 72 años y llevó a su país a ser considerado el más poderoso de Europa, sin embargo, esto no fue gratis, la vida era dura, muy dura.
En aquellos momentos, la población francesa se estimaba entre 16 y 17 millones de personas con una esperanza de vida media de entre 35 y 40 años. La paste bubónica causó estragos entre la ciudadanía, las batallas continuas con España, la guerra de la nobleza contra monarquía y las guerras de religión, entre otras, desangraban al país.
A pesar de todo este escenario tan complejo, la monarquía tenía tiempo y dinero suficiente para darse caprichos de alta alcurnia, como lanzarse al libre albedrío para saciar sus más profundos deseos amorosos y derrochar dinero a voluntad, hechos relacionados con el sitio que nos ocupa.
Los documentales y las películas nos han mostrado una y otra vez cómo los monarcas se casaban con sus reinas por interés político, unificación de territorios y cualquier otro motivo que reforzase el estado. Ninguno de estos motivos, era el amor.
Estos matrimonios que en muchos casos tenían poco más interés que tener descendencia para perpetuar su estirpe, no saciaban los instintos sexuales más básicos de los monarcas, cosa que solucionan fácilmente, amantes por doquier. Total, quién iba a rechistar al Rey.
Entre tanta lujuria, algunos reyes se enamoraban de sus amantes, llegando a establecer con ellas relaciones sentimentales y de confianza tan robustas que incluso estas concubinas podían ostentar más poder que la propia reina, así que algún rey, ni corto ni perezoso, mandó construir lujosos espacios para que fueran habitados por sus amantes, como es el caso del castillo que estás viendo.
¿Tienes curiosidad por saber cuantas amantes reconocidas tuvieron los reyes Luis XIII y Luis XIV? Ves poniendo cifras, como si fuera un juego, que en breve te lo digo.
Verás, tras el susto que tuvimos en el castillo, que te contará Mayka en primera persona al final del vídeo, descubrimos algunos detalles interesantes que te ayudarán a entender la importancia histórica de esta visita.
Hay una parte de la edificación que fue reformada durante el siglo XIX, donde se hicieron los murales junto a la escalera principal que hemos visto al inicio del vídeo y algunos tapices en el mismo lugar que han sido robados.
Posteriormente, en el siglo XX, se volvió a reformar en un intento de sacar partido al castillo, como a tantos otros castillos y palacios franceses, convirtiéndolo en un sitio de recreo, aunque no funcionó y tuvo que cerrar hace pocas décadas, cayendo en el más absoluto abandono.
Y ahora, lo más relevante, se sigue conservando la escalera de madera original del siglo XVII que también hemos visto al inicio del vídeo, una escalera por la que subía y bajaba el Rey de Francia cuando se desplazaba desde su residencia habitual en Versalles para dedicarse a lo que podríamos decir, sus placeres más lúdicos, que no eran pocos.
¿Recuerdas cuando te he pedido que pensaras en el número de amantes reconocidas que tuvieron los reyes? Pues ahí va, y recuerda que hablamos de amantes reconocidas:
Luis XIII fue bastante comedido y tan solo se le reconocen dos amores puramente platónicos, sin embargo, Luis XIV no se anduvo con manías, se le reconocen nada más y nada menos que 14 amantes.
¿Has acertado alguna?
Bien, ahora vamos a continuar con la visita en la que por un momento, pensamos que íbamos a ser devorados.
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