Visitamos una antigua casa de campo abandonada, una de tantas que quedan deshabitadas a su suerte una vez que las personas que las habitan fallecen, o por algún motivo marchan para nunca volver.
Probablemente a todos se nos haga extraño ver cómo lugares llenos de recuerdos que un día fueron un hogar, se quedan deshabitados con todas sus pertenencias dentro, pero por más que nos resulte inexplicable, sucede, y en más ocasiones de las que podamos pensar.
Algunas viviendas son ocupadas, otras vandalizadas gratuitamente con pintadas y destrozos caprichosos, otras tantas, sufren el robo de todas las pertenencias, incluyendo mobiliario y hasta materiales vendibles como el cobre, sin embargo, en algunos casos muy puntuales, hay casas que se salvan de todo esto, y permanecen congeladas en el tiempo. Son lugares entrañables, llenos de historias y recuerdos que en ocasiones, nos transportan a épocas pasadas, como nuestra infancia.
No sé si será tu caso, pero nosotros vivimos la época de la televisión en blanco y negro, las mini cadenas de música, los conocidos “loros” para escuchar cintas de casete a todo trapo, platos de puchero deliciosos cargados de sabor que nos daban energía para todo un mes. En definitiva, momentos felices.
Y eso, es lo que nos inspira esta casa, ¿qué te inspira a tí? Puedes dejarnos tus sensaciones en comentarios, y si te gusta el contenido, agradecemos tu suscripción.