Vas a flipar.
Probablemente, sepas lo que es bitácora. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, una academia que sabe la hostia de palabras, bitácora es:
“Armario, junto al timón, donde está la brújula”
Pues se ve que en esta bitácora, hay un cuaderno, el cuaderno de bitácora.
Has flipao, ¿eh?
En ese cuaderno se apunta cada día el rumbo, dirección, y hechos relevantes que suceden en un barco durante la navegación. Aparentemente, cosas muy mundanas … Aparentemente.
Verás.
Tenemos una amiga que trabaja surcando los mares.
Estaba apuntando los hechos relevantes del día en el cuaderno, hechos que a primera hora de la mañana leería el capitán y le pondría un sello que certifica que todo es correcto. Mientras estaba escribiendo, no sabía que en pocos minutos se llevaría una sorpresa que le quitaría el sueño por unos días.
¡Venga no te flipes!
Ya verás que sí, a tí también te quitaría el sueño, creo.
Resulta que había unas páginas por la zona central del cuaderno separadas por la esquina, como si hubieran sido dobladas. La cosa no debería haber supuesto nada, ya que el cuaderno no puede leerse hacia atrás según mandan las normas navales, con sanción incluida. Te pueden cortar un dedo, o incluso la cabeza. No se … quizá en los tiempos actuales la amonestación se quede sólo en un despido, que se yo.
A pesar de la rígida normativa, esas hojas marcadas parecían emitir un magnetismo especial, una llamada de otro mundo, un susurro sobrenatural … anelaban ser leídas.
Nuestra amiga, a riesgo de quedar mutilada o en la calle, separó cuidadosamente las páginas y fijó la mirada en las anotaciones:
<censored> de <censored> de 2016. Coordenadas <cendored>. Esta mañana <censored> ha muerto en cubierta. No podemos dirigirnos a puerto para dejar el cuerpo. Dejamos el cuerpo en el camarote inferior. Sin más incidentes reseñables.
¡WTF!
Sí, sí, a una persona le dio un soponcio en cubierta y como estaban en alta mar no podían llevarlo a un puerto.
El tema es jodido, muy jodido.
Mira.
Los barcos grandes, como los cruceros por ejemplo, tienen unas cámaras especiales de congelación donde se ponen los cuerpos de personas que fallecen y los mantienen allí hasta llegar a tierra.
Pero este barco, no es grande.
No tiene congelador.
Y está lejos de tierra.
Una puta-da.
¿Y qué se hace en estos casos?
Imaginación al poder. El cuerpo se pone en alguna estancia en zonas cercanas a la sala de máquinas y si no es posible llegar a tierra en el transcurso de dos días … el cuerpo va directamente a alimentar a los peces.
Es eso o … bueno, te ahorro los detalles.
Quizá pienses … ”bueno, no es para tanto, alguien ha palmado en el barco, vale”
Bien.
El camarote inferior en el que se dejó el cuerpo según el cuaderno de bitácora, es el único camarote que hay junto a la sala de máquinas.
Es el camarote donde duerme nuestra amiga.
OMG!
¡En la cama que estoy durmiendo pusieron el cadaver de alguien … necesito saber qué pasó con el cuerpo!
¿Ahora qué? Pues a leer las dos siguientes páginas del cuaderno, los dos siguientes días desde la muerte del tripulante, los dos días que marcan la frontera entre llevar el cuerpo a tierra o echarlo al mar.
¿Sabes qué?
Nada.
Ninguna información al respecto.
¿Cómo se te queda el cuerpo?
A nuestra amiga, no muy bien, ya te lo decimos nosotros.
Esta, es una historia real, aunque no lo parezca. Si quieres otra historia real tremenda relacionada con la Segunda Guerra Mundial, te la dejo aquí.
¿Has tenido alguna experiencia chunga?
Cuenta! Escribenos!